domingo, 2 de junio de 2013

Hoy ha sido un día especial, muy especial...desde la primera hora en clase....en la que de una manera natural, sin buscar, hemos recibido todos una lección de vida...un sonríe...un cuerpo estirado, asentado, que dice "aquí estoy yo", enfrentando la vida con decisión. Una conversación profunda y hermosa en la que he decidido dejar de fumar. (ahí es nada).
Me quedé regando el huerto y limpiando hierbas del patio.....
Mi apurar hasta el final me obligó a ir a una gasolinera que no es mi habitual. Allí, en la entrada un personaje con largos pelos y barbas me pide "aunque sean veinte céntimos". Le digo que cuando salga de pagar. Le pregunto al chico que cobra si lo conoce, y con un gesto me dice que sí, pero como si no quisiera conocerlo. No tengo más que céntimos y eso le doy, pero quiero darle algo más valioso . Va vestido de ciclista y tiene la bici detrás de él, con un casco que ha decorado con pines y otros adornos y que me enseña orgulloso. Me cuenta que vive en una residencia....... las veces que ha hecho el Camino de Santiago en bici...y la cantidad de km recorridos. Me habla de su madre, de su como su único hermano se quedó con lo que le correspondía de la herencia.
- "por qué estás pidiendo?
- Porque de los setecientos euros que me daban me lo han bajado a cuatrocientos.
Hay en su mente algo de lo que la gente "normal" llama locura o anormalidad.
A mí me parece un niño divino con ganas de compartir y montar en bicicleta.

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